Alejandro Brown I.
Perseguido Político
Parece hasta insólito escuchar al
ex mayor de Policía, Fabricio Ormachea, queriendo lavar su imagen cuando
existen pruebas irrefutables y escandalosas de su culpabilidad en casos de
extorsión que lo vinculan con hombres fuertes del Gobierno de Evo Morales, hoy
detenidos en la cárcel.
Luego de seis
meses de haber caído en sus “astucias” en Estados Unidos por un claro hecho de
extorsión al ex presidente de AeroSur, Humberto Roca, el ex zar antidroga del
MAS rompió su silencio y se declaró “inocente” por los delitos que se le
inculpan, aduciendo que eran viles mentiras.
Pero ¿cuáles son
las mentiras de las que habla? ¿Cuál es el grupo que intenta perjudicarlo
personalmente?, si ha sido el mismísimo FBI (Oficina Federal de Investigación,
por sus en inglés) quien lo detuvo en Miami, el 31 de agosto de 2013, cuando
intentaba extorsionar 30.000 dólares al ex presidente de AeroSur, a cambio de
revocar cargos en su contra que enfrentaba en la justicia boliviana. Según
Ormachea, nadie lo mandó a EEUU, pero entonces ¿cómo iba a tener el poder
político-judicial para limpiar el nombre de Humberto Roca y sacarlo de los
procesos que le interpuso el MAS?
En contacto
telefónico desde su prisión, con un programa de televisión en Bolivia, Ormachea
dijo que su detención respondió a una “trampa” que le tendieron entre Humberto
Roca y su abogado Jorge Valda, junto a un grupo que llamó “los separatistas”,
que está integrado por aquellas personas acusadas por supuesto terrorismo en
Bolivia y que se encuentran en Estados Unidos: Branco Marinkovic, Guido Nayar,
Hugo Achá, Carlos Guillén, Jorge Ortiz Banzer y el ex ministro de Defensa en
2003, Carlos Sánchez Berzaín.
Para colmo, el
extorsionador flagrante nombró a parlamentarios de oposición que estarían trabajando
en el país para desprestigiarlo. “Hoy día por decisión propia me he quitado la
mordaza y a partir del lunes (cuando comience el juicio) voy a demostrar mi
inocencia en los tribunales federales de los Estados Unidos, lo que me ha
tocado vivir no ha sido otra cosa que una trampa astutamente tramada desde
Bolivia por el abogado Valda y consolidada aquí en Estados Unidos por Humberto
Roca y por todas las personas que trabajan con él”, manifestó Ormachea.
Estas
declaraciones vienen como patadas de ahogado, puesto que el proceso lo lleva
adelante la justicia norteamericana, una de las más intachables en el mundo, y
el operador del Gobierno de Evo Morales ahora renombra el discurso de
separatismo que inventó el MAS para perseguir a los opositores.
Pero el análisis
es sencillo: como el ex mayor de Policía quedó solo en su delito en EEUU,
mientras que en Bolivia cayeron algunos de los extorsionadores que trabajaban
en las altas esferas del Ministerio de Gobierno, Ormachea no tiene otra opción
que intentar politizar su tema para salvarse de una segura condena en el país
del norte.
Entre toda su
maraña de mentiras que ha tejido, ni él mismo se entiende. Primero señaló que
“nunca ha extorsionado a Humberto Roca”, pero confirmó que tuvo dos reuniones
con él. No precisó las razones de estos encuentros, bajo el argumento de que
sus declaraciones pueden provocar algún “incidente” que irían en su contra
dentro del proceso legal que se ventila en Estados Unidos.
Si nunca fue
amigo de Roca, y éste supuestamente tiene cuentas pendientes con la justicia en
Bolivia, por qué lo visitó. Además, el ex comandante de la lucha contra el
narcotráfico sostuvo que estaba en EEUU por cuestiones familiares. Si esto es
cierto, ¿qué hacía pidiéndole dinero a Roca?
Desde el MAS,
desde la Policía y desde el Ministerio de Gobierno se ha ratificado que
Ormachea no estaba en misión oficial en EEUU, y que Bolivia no se entrometerá
en la Justicia estadounidense. En resumidas cuentas, han abandonado a su
oficial caído, o más bien capturado con las manos en el dinero.
En vista de
esto, a Ormachea no le ha quedado de otra opción que reactivar la trillada
mentira del separatismo para buscar la ayuda del Movimiento al Socialismo. “Han
estado reuniéndose de forma permanente y constante en los Estados Unidos para
ejercitar algún tipo de acciones en contra del Estado Plurinacional de
Bolivia”, manifestó en su desesperación.
El ex mayor que
se hizo famoso por las fotografías junto al presidente Evo Morales en diversos
operativos antidrogas, mencionó además el diputado opositor Luis F. Dorado
“escribe cartas para cada una de estas personas acusadas de terrorismo en
nuestro país indicando que son ciudadanos honorables y de que el Gobierno del
presidente Evo Morales los quiere ver muertos; entonces con notas como esta se
les extiende un asilo político”.
¿Será que el ex
policía se ha olvidado que es deber de los parlamentarios ayudar a los
ciudadanos que son perseguidos políticos?
Para despejar
dudas, el diputado oriundo de San Ignacio de Velasco calificó las declaraciones
realizadas por Fabricio Ormachea como una “cortina de humo desesperada”, que
sin embargo “no le servirá de nada ante la justicia norteamericana”.
“Cuarenta
y ocho horas antes del inicio de su juicio Ormachea sale con estas
declaraciones, que lindan con el ridículo. Si el ex mayor dice que una célula
separatista se reunía en el domicilio de Humberto Roca en Miami, ¿entonces para
qué fue allí?”, preguntó Dorado.
Sin lugar a
dudas Ormachea intenta evadir el centro del asunto, que es su intento de extorsionar
a Roca para levantarle los procesos judiciales que el gobierno boliviano
impulsa contra él. Y el fondo de todo esto es que en Bolivia hay una justicia
digitada desde el Ejecutivo, que la utiliza para perseguir a los ciudadanos que
no se someten a los planes del oficialismo, sean políticos, empresarios o
dirigentes cívicos. Y la extorsión es uno de los mecanismos con los que se les
saca plata a las mismas víctimas de ese sistema perverso.
Luis F. Dorado
recordó que anteriormente, el abogado de Ormachea había asegurado que el ex
mayor había visitado a Roca para ofrecerse como su defensor. Entonces, ¿en qué
quedamos? ¿Fue a ofrecerse como abogado para una supuesta célula separatista?
Son declaraciones tan contradictorias como vergonzosas.
El ex mayor lanza
esta cortina de humo porque sabe que en el juicio se ventilarán pruebas que
muestran sus vínculos con personajes de alto nivel en el gobierno de Evo
Morales, que posiblemente estaban al tanto de sus operaciones extorsivas. Pero
sus maniobras desesperadas no le servirán de nada ante una justicia como la
norteamericana, que no se deja engañar con “pajaritos preñados”.
Asimismo,
Ormachea señaló que el conflicto que enfrenta inició el 2011, cuando Humberto
Roca, tras salir del país, demandó ante estrados judiciales internacionales al
Estado boliviano dirigido por el MAS por la quiebra de su aerolínea. Mediante
el proceso, que se ventila en un Tribunal de Florida en Estados Unidos, pidió
una compensación de 200 millones de dólares.
Tras el
escándalo de agosto de 2013,
Ormachea dijo que fue dado de baja de la Policía
Boliviana el 6 de septiembre de 2013. No obstante, el 4 de septiembre del
año pasado, el entonces subcomandante y jefe del Estado Mayor de la Policía, Roberto
Albarracín, señaló que Ormachea desertó de la institución en agosto.
El caso de
Ormachea sacude y retumba fuerte en las paredes del Movimiento al Socialismo,
porque precedió al caso del general René Sanabria, sentenciado en Estados
Unidos por tráfico de cocaína, siendo que era el encargado de controlar el
narcotráfico en el Gobierno de Evo Morales y ahora Fabricio Ormachea cae extorsionando,
siendo el máximo responsable en Bolivia de combatir la corrupción. Además aún
están latentes los casos de extorsión que tumbaron a los jefes administrativos
del Ministerio de Gobierno, y las innumerables denuncias de cobros contra el ex
fiscal Marcelo Soza y sus operadores.
Lo cierto es que
estas personas, en su mayoría detenidas y las otras por detener, han comenzado
a conjurar tragicomedias de mentiras para zafar sus culpas, y en su
desesperación se enredan en sus mismas falsedades, descubriendo la verdad de
los hechos.
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