DIPUTADO NACIONAL.
La reciente Resolución Expresa del
Parlamento Europeo (PE) referida a los cinco ciudadanos comunitarios, tres de
ellos supuestamente ejecutados cruelmente en el Hotel “Las Américas” y otros
dos sobrevivientes, ilegalmente encarcelados en el Penal de San Pedro en La
Paz, ha colocado al gobierno de Evo Morales en una situación por demás de
incómoda. En ella se exige directamente a Bolivia, la liberación inmediata de
los comunitarios Elöd Tóásó y Mario Tadic, además de la inmediata apertura de
una investigación internacional que permita liberar la verdad de todos los
hechos, sobre la muerte de Eduardo Rozsa, Michael Dwyer y Arpad Magyarosi,
durante el asalto de la UTARC al Hotel “Las Américas” al amanecer 16 de abril
del 2009. Adicionalmente a esta resolución del PE, aparece una denuncia de los
abogados de los acusados, en donde hacen conocer a la ONU que el gobierno
boliviano le ha estado mintiendo a los funcionarios del Alto Comisionado de
Derechos Humanos y Ejecuciones Extrajudiciales, sobre el papel de la policía
desde el primer momento que representa la ilegal intervención al Hotel “Las
Américas”.
Dejando de lado las testiculares y
acostumbradas respuestas del ejecutivo, en este caso, reapareció nada menos que
el Canciller David Choquehuanca, muy nervioso e inseguro, respondiendo
irresponsablemente con una andanada de bravuconadas, con la carta de estilo que
es la mentira, buscando atemorizar y confundir a la población y “asustando” al
Parlamento Europeo que debe haber quedado “muerto de miedo” al escuchar
semejantes barbaridades…………….Bolivia no es una isla y debe ajustar obligatoriamente
su accionar y comportamiento en respeto a múltiples convenios internacionales a
los que se ha adherido en forma voluntaria. Que sirva como referencia oficial y
formal, el hecho de haber recurrido a un organismo internacional para que
“intervenga” en la solución del añejo reclamo boliviano para recuperar el mar.
Salvando y dejando de lado la
desafortunada reaparición del Canciller Choquehuanca, no cabe duda de que la
citada resolución del Parlamento Europeo ha dejado una sensación de
preocupación entre los funcionarios del gobierno y del poder judicial que
directa o indirectamente han participado del irregular proceso, partiendo del
operativo del Hotel “Las Américas” hasta lo actuado en estos días, todos los
que pensaron y recibieron promesas y juramentos de protección eterna y las
seguridades de impunidad y “reconocimientos especiales”. Sin embargo, todo
aquello que les fue prometido ahora es solo historia, la Corte Penal
Internacional ha dado no solo señales, dio seguridades de que abrirá una causa
por este hecho más temprano de lo que nos imaginamos.
Evo Morales con su inoportuna
declaración al llegar a Cumaná, Venezuela, se ha auto incriminado e inculpado
al Vicepresidente Álvaro García Linera de ser el portador de su orden de
ejecutar el operativo del Hotel “Las Américas”. Por otra parte, Raúl García
Linera, Jorge Santiesteban, Carlos Nuñez del Prado, Luis N. Clavijo, Walter
Andrade, Marilyn Vargas, Sacha Llorenti, Alfredo Rada y otros importantes
miembros del ejecutivo que tratan desesperadamente de mantener vigente el
proceso con fines políticos, estos deben preocuparse porque serán los primeros
en ser investigados para determinar sus responsabilidades en esta gran mentira,
en este montaje virtualmente desmontado, donde perdieron la vida Eduardo Rozsa,
Michael Dwyer y Arpad Magyarosi. Otros que seguro harán cola en la
investigación son Carlos Romero, Boris Villegas, Denis Rodas, Fernando Rivera,
Marcelo Soza, Sergio Céspedes, Paula Barriga, Marcelo Salinas, Marco Rodríguez,
Iván Ortíz y otros que son utilizados como tontos útiles como es el caso del
Juez Sixto Fernández y corte compuesta por ese selecto como decorativo trío de
juezas .
El tiempo ha transcurrido y el
momento de conocer la verdad está cerca, este burdo montaje dejó de tener el
papel de circo de barrio; la comunidad europea y otros organismos
internacionales han priorizado este tema en su agenda bilateral con Bolivia. El
gobierno de Evo Morales podrá alargar un poco más o un poco menos, el inicio de
la investigación internacional, pero ya no podrá impedir que la misma se
realice y que los nombres de todos sus serviles correligionarios “montadores”
que participaron sean juzgados y condenados por tribunales serios e imparciales
y por la historia.
Si Evo Morales pensó en algún momento, en que
esta perversa trama permanecería silenciosa como sus romances a escondidas, se
equivocó. Tiene todo el derecho de preguntar a Laurent Gbagbo (Costa de
Marfil), Slobodan Milošević (ex Yugoslavia), Paul Kagame (Ruanda), William Rufo
(Kenia) y muchos otros más, que fueron juzgados por la Corte Penal
Internacional por sus crímenes y delitos cometidos.
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