domingo, 23 de febrero de 2014

Una (no) lectura dominical

Agustín Echalar Ascarrunz 
Operador de Turismo

El domingo pasado, junto con los periódicos, llegó a mi casa un volumen híbrido de  libro y folleto titulado  Identidad Boliviana, Nación, mestizaje y plurinacionalidad, cuyo autor es don Álvaro García Linera. Resultó siendo un gentil regalo de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional a todas las personas que se compran ya sea el periódico oficial del Estado o La Razón.

En la primera página del texto en cuestión aparece una explicación sobre el origen del mismo. Dice que una versión preliminar habría sido leída cuando su autor recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Quilmes, el 11 de octubre del año pasado. Al tiro, y por reflejo, me ha venido la curiosidad por leer los textos que habrá leído don Evo Morales, nuestro inefable Presidente, en las múltiples veces que recibió un doctorado en las universidades de acá y de acullá. Sería, sin lugar a dudas, muy ilustrativo tener una recopilación de los mismos.  Por lo demás, no deja de ser poco protocolar que se discrimine de esa manera a nuestro Primer Mandatario y que sólo se publique lo escrito por el segundo mandatario.

El espíritu colonial  brota donde uno menos lo espera…Ahora bien, más allá de la validez y la pertinencia del texto, cuyo comentario,  discusión o refutación merecen mayor espacio que el de una columna dominical, lo que llama la atención es la intencionalidad del Vicepresidente del Estado de hacer una edición de tantos ejemplares de un texto básicamente académico. En circunstancias normales, este tipo de textos están al alcance de los interesados a través del internet, pero cuando se publican lo común es que salgan a la luz ediciones de entre 500 y 1.000 ejemplares, sobre todo en la lengua castellana.

Parece ser que cuando estos escritos salen en inglés tienen un público un tanto mayor. Aunque el tiraje de los periódicos es uno de los secretos mejor guardados de la patria, podemos decir que gracias a esta maniobra editorial  el texto de marras es uno de los libros con mayor publicación en nuestro país, sólo equiparable  a obras escritas por el mismo autor  y que han pasado por el mismo procedimiento en oportunidades anteriores. La tesis de García Linera tiene varias debilidades, incluyendo penosos errores de fecha: se equivoca de siglo y sitúa la conquista 100 años antes de que sucediera (puede ser un error de imprenta, me ha pasado a mi también un librito de mi autoría), pero es un texto erudito y serio, y del que se puede aprender. El problema es que  está escrito en una jerga que es difícilmente comprensible para el no académico y es precisamente por eso que resulta inadecuado para una publicación tan masiva. 

Tengo la seguridad de que un inmenso porcentaje  de los beneficiarios de la sapiencia vicepresidencial simplemente hojearon el cuadernillo, o peor, la pusieron a un lado, y no por razones ideológicas. Resulta pues incompresible el fin práctico de la publicación y sólo podemos sospechar que tiene que ver con una suerte de megalomanía intelectual. Su segunda excelencia parece creer que lo que él escribe es mucho más interesante, digerible, y comprensible, de lo que en verdad es.  Hay además de por medio un asuntito legal: cabe preguntarse con qué dinero se hizo esa publicación. Y no deja de percibirse un uso banal y descuidado de la hacienda del Estado, por muy ropaje intelectual que tenga.

Pero  más allá de los usos indebidos de fondos del Estado para caprichos de los de arriba, (entre nos, esta publicación cuesta menos que una visita del Presidente a Fidel Castro, o a lo que queda de él), lo que debe preocuparnos es ese alejamiento de la realidad y del sentido común que significa esta publicación, que ni siquiera es propaganda en tiempos eleccionarios. Es un simple capricho, un tanto surrealista o de país de opereta, mandar hacer, vaya uno a saber, alrededor de 50.000 ejemplares de un texto que no es requerido y que no será leído.

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