Alejandro Brown I.
Perseguido Político
A estas dos lacras (la retardación y
corrupción), se han sumado las renuncias en el Tribunal Constitucional
Plurinacional por la injerencia gubernamental, y el terrorismo informático que
realiza el Movimiento al Socialismo, interviniendo los teléfonos de los
administradores de justicia.
Precisamente esta grave denuncia
llevó al supremo Ruddy Flores renunciar a la presidencia del máximo organismo
de justicia en Bolivia.
En medio de esta grave y eterna
crisis en nuestro otrora tercer poder del Estado, el MAS trata de negar su
culpa eludiendo la responsabilidad, siendo que fueron los pseudo indígenas
quienes cuotearon esa instancia. Y a esa misma conclusión han llegado los jefes
de Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Sin Miedo (MSM), Samuel Doria Medina y
Juan del Granado, respectivamente, quienes coincidieron que el gobierno del
presidente Evo Morales pretende deslindarse de responsabilidad por la crisis en
la administración de justicia en el país.
Ambos advirtieron la existencia de
una “maquinación permanente” desde Palacio de Gobierno que depara la
manipulación de jueces. Sin lugar a dudas es el gobierno, el MAS, el propio
presidente Evo Morales, los que han manipulado en extremo la designación de los
jueces, y hoy día están comandando la persecución judicial de los opositores.
Para nadie es desconocido que ahora
el gobierno se vale del órgano judicial para perseguir a opositores con la
finalidad de inhabilitarlos como candidatos en las elecciones. Solo basta con
recodar que fue la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) la que
preseleccionó a los profesionales que pugnaron por cargos en el Órgano
Judicial.
A raíz de esta crisis en el sistema
judicial, la Unión Europea (UE) en Bolivia, manifestó su preocupación a través
de su representante en el país, Timothy Torlot, quien advirtió que “hay
corrupción y falta de acceso a la Justicia”.
El embajador de la UE fue claro y
directo, pero a diferencia de nuestros gobernantes, en vez de buscar chivos
expiatorios, señaló que darán ayuda. La justicia en Bolivia es un sector con
desafíos enormes, por los problemas de corrupción, falta de acceso y falta de
capacidad de los actores en el sector. Y esta visión no es reciente, ya que algunos
países miembros de la UE, como Alemania, Dinamarca y España, ya trabajan en el
fortalecimiento de esta área.
Para la comunidad internacional los
temas más importantes a apoyar son dos: la calidad de la Justicia, esto en la
formación de jueces y la capacidad de tomar decisiones; y la accesibilidad a la
Justicia, especialmente para gente que no tiene recursos.
La Justicia se constituye en nuestra
montaña más alta, dentro de los desafíos que se tiene, ya que se necesita un
esfuerzo enorme para llegar al objetivo, una tarea en la que se debe involucrar
el Gobierno y diferentes actores de la Justicia y la sociedad, resaltó el
embajador.
Es bueno recordar que en octubre de
2011 se realizó la elección por voto popular de autoridades judiciales, en una
reforma del sistema impulsada por el Gobierno, con candidatos del Gobierno y
con unos resultados que dejaron mucho qué desear. Tras asumir el cargo en enero
de 2014, la ministra de Justicia, Sandra Gutiérrez, consideró que esa elección
fue “un desacierto”. El 6 de febrero dio un plazo hasta fin de año para que las
autoridades cambien la imagen judicial.
El 2 de febrero, el presidente Evo
Morales sentenció que la incorporación de profesionales de “poncho, pollera y
sombrero” en la administración de la Justicia no logró cambios, y convocó a un
debate nacional para encontrar soluciones a los problemas de corrupción y
retardación en ese órgano.
¿Será que las declaraciones del
magistrado Cusi incomodaron al presidente, porque vinieron de un legítimo
indígena?, ¿o tal vez las denuncias del presidente del Tribunal sobre el
espionaje e injerencia gubernamental provocaron que el MAS ahora quiera una
reforma con tribunos serviles?
Lo cierto es que hoy los asambleístas
del oficialismo trabajan en buscar mecanismos jurídicos legales para poder
cambiar a las máximas autoridades del Órgano Judicial. Esto porque la ley del
Órgano Electoral no permite un revocatorio para éstas.
La única verdad actualmente es que la
dimisión en los últimos días de los presidentes de los tribunales Supremo y
Constitucional y la destitución de un fiscal regional por supuesta corrupción
avivaron hoy en Bolivia la polémica sobre la crisis del Poder Judicial.
Irónicamente el primer mandatario
dijo que las demoras y la corrupción "son el cáncer de la Justicia
boliviana". Pero no dijo nada de las extorsiones y las persecuciones.
Tampoco habló de la manipulación del Gobierno para encerrar a los opositores a
su gobierno contraviniendo todas las leyes que su mismo régimen aprobó.
Por eso las declaraciones, aunque
subidas de tono, del diputado opositor Luis Felipe Dorado, no son erradas.
Señaló que "la Justicia está podrida" y denunció que existe una falta
de independencia de poderes por las supuestas injerencias del Gobierno.
Las dimisiones en los altos cargos de
la Justicia son síntomas de la crisis, pero también pareciera que lo que ha
causado la elección de autoridades de este poder es que cada cual se sienta el
primus inter pares (el primero entre iguales). Por ello es necesario crear una
instancia independiente para evaluar a jueces y fiscales y con capacidad para
premiar a los virtuosos y castigar a quienes no realicen su labor.
Una posible solución para
descontaminar la justicia, sería replicar la experiencia que se tuvo en la
Corte Nacional Electoral en los años 90, cuando se nombró como vocales a un
grupo de ciudadanos notables para recuperar la credibilidad de ese sistema.
Aunque ciertamente esto no le convendría al partido de Gobierno, que lo único
que hace hoy es echar sus propias culpas a otros, en vez de arrancar el mal de
raíz.